El informe abarca la coyuntura, tendencias y compara a las empresas españolas con sus homólogas europeas, en concreto, las empresas del llamado "G-4": Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. El documento aporta un dato revelador: La productividad de las empresas es mayor o menor que las empresas de los cuatro países comparados, según el tamaño. Así, el valor añadido en euros por ocupado en empresas de un único trabajador roza los 40.000 euros en los países del G-4, mientras que en España no llega a los 30.000 euros. Entre las empresas de dos a nueve empleados la situación es muy similar y solamente se produce un cierto acercamiento en el caso de las compañías de transporte de entre 10 y 19 empleados. Finalmente, en las empresas con más de 20 empleados, la productividad, como dato comparativo, es superior en empresas españolas.
Europa sigue siendo el destino de más del 60% del volumen físico de las exportaciones españolas y el 69% del volumen monetario. Europa es, también, el principal socio comercial para las importaciones, aunque con menor prevalencia que las exportaciones. Por último, el transporte internacional es el único que ha experimentado un ligero aumento en los últimos años, con respecto a otros tipos de transporte por carretera de ámbito nacional.
Lejos de quedarnos en un mero análisis de las cifras, esto nos debe hacer relexionar sobre cuál es el cometido de un proveedor global de servicios para el transporte, como es nuestro caso, el caso de Global STAR. Debemos saber que en España casi el 40% de la producción en el transporte terrestre se concentra en empresas de hasta 9 empleados. El tejido empresarial español es muy distinto al de otros países de Europa. ¿Debemos cambiar o debemos potenciar el valor añadido a estas empresas? Sumemos otro elemento de análisis: La demanda ha subido un 5% durante el último año y las cifras del transporte internacional son equivalentes a las de 2007, antes de la crisis.
En Global STAR sabemos que existen fuertes desequilibrios entre los tráficos expedidos y recibidos, si bien, la reducción de los precios de los combustibles, que en los últimos años eran causantes del incremento de costes del transporte, representa ahora un margen de maniobra que puede contribuir a la financiación de algunos de los aspectos pendientes.
Estaremos siempre apoyando a las empresas del sector, para que puedan aumentar la rentabilidad, centrando nuestro foco en este objetivo principal. El principal reto es la generación de valor añadido (seguridad, fiabilidad, eficiencia) con independencia de que los tráficos aún pueden crecer respecto a los niveles actuales.
Contenido redactado por Global STAR.
Fuente: Observatorio del Transporte y la Logística. Ministerio de Fomento.
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